viernes, 17 de julio de 2009

Gustavo tenía una amiguita, una niña alegre y bondadosa llamada Alegrita, que fue la única que quiso acompañarle aquellos días, porque los demás se apartaban por miedo a mojarse y acabar totalmente negros. Y un día que Gustavo estaba ya cansado de la nube, le dijo:- ¿Por qué no te animas? Deberías darte cuenta de que eres el único niño que tiene una nube para él, ¡y encima llueve agua negra! Podríamos jugar a hacer cosas divertidas con la nube, ¿no te parece?Como Alegrita era su única compañía, y no quería que se fuera, Gustavo aceptó de muy mala gana.

1 comentario:

la rechula dijo...

Cómo sigue??? nos has dejado con las ganas!